Nadie es perfecto hasta que te enamoras de él.



Odio las historias tontas. De esas que empiezan mal, y acaban peor. De las de perdón al día siguiente. De esas. Me gustaría escribir que empiezo de cero. Que el amor sigue en mi vida. Tan fuerte como siempre. Me gustaría contar que no hay una pizca de tristeza en lo que escribo. Me encantaría poder gritar a los cuatro vientos que no hay baches ni caídas. Me gustaría sentirme bien. Y que las ruedas de los coches no se quemaran de un frenazo. Y que mi móvil sonara. Y que las tardes vacías a tu lado, no fueran tan vacías, (por eso, por estar a tu lado). Y que pudiera darle la vuelta al tiempo. Y mira que nos faltaron cosas, y que de amor no se vive, pero, pero de eso siempre nos a sobrado, Y es eso lo que nos hace fuertes. El amor. Las sabanas que se caen al suelo. El olor de tu espalda. Tus manos. Las mías. Nuestra risa. La que sale de tus labios. La que me hace feliz. Todo eso que nos hace diferentes. Esa es la fuerza que me dice: "Quédate y no te vayas nunca". El amor que no se estropea por más que se rompa, se caiga y se destroce. No se gasta. Y no de todas las cosas de las que ahora todo el mundo habla, que son de todo, menos amor. Yo no busco eso, yo no te hablo por hablar. Y te juro que no es lo que pretendía. De ese amor te hablo. Del nuestro. El que se puede oler en cada una de mis letras. Mejor o peor escritas.